Las relaciones de Occidente con el mundo árabe. Obama y Bin Laden

NOTICIAS OBRERAS de la HOAC, por medio de su Redactor José Luis Palacios me hace una serie de preguntas sobre el Islam y la insurrección popular de los países árabes. Demasiadas preguntas a mi juicio para un pequeño artículo. Pero como el objetivo era y es arrojar luz sobre lo que está pasando en el mundo árabe, me limitaré a unas cuantas pinceladas que iluminen, pero sin cegar a nadie, sobre ese terremoto democrático que está atravesando ese mundo, sobre el que desde años incontables habíamos sentenciado, sin ningún escrúpulo y de manera absoluta que las ansias de libertad, de dignidad y de búsqueda de un bienestar era una cosa exclusivamente de Occidente. Porque Occidente estaba convencido de que el talante de los musulmanes y la cultura islámica eran incompatibles con la democracia. Aspecto este, que conviene tener muy en cuenta de cara al futuro.

LÁGRIMAS DE COCODRILO: Fue el primer sentimiento que se apoderó de mi viendo la “cruzada” que en tan poco tiempo y tan unánimemente se apoderó de Occidente. No creía lo que estaba viendo. Por obra y gracia de no se que autoridad, pongamos del Presidente de EE.UU, de la noche a la mañana, la sensibilidad, la compasión de Occidente descubre que había tiranos en el mundo árabe que estaban abusando de los Derechos Humanos, con esos pueblos y que de una o de otra manera, por las buenas o por las malas, había que expulsarlos de esos países. Y cuanto antes mejor.

Lágrimas de cocodrilo, como si esas autoridades de Occidente no supieran que esos pueblos llevaban decenas de años padeciendo toda clase de abusos o atropellos de esos lideres puestos directa o indirectamente y sostenidos, por todo los medios, por esos que ahora, de la noche a la mañana se han convertido en enemigos de sus pueblos, en refinado terroristas, ladrones de las riquezas de sus gentes que se encargaban del trabajo sucio para asegurar los intereses de los poderosos. Gaddafi en Libia estaba en el poder desde hace 42 años, Hosni Mubarak en Egipto desde hace 30 años, Ben Ali en Túnez desde hace 24 años, Ali ben Saleh en Yemen desde hace 20 años ¡Y Americanos y Occidentales no se habían enterado de nada de lo que hacían!

LA CASA POR EL TEJADO: Y emprendieron una cruzada mentirosa porque no buscaban resolver humanamente el problema sino defender sus intereses como lo han hecho con el resto del mundo árabe y otros países, aunque esta vez, para que no sucediera como en la guerra de Irak, que se lanzaron a ella sin el consentimiento de la ONU, esta vez ellos se concedieron a si mismos un permiso del Alto Organismo pero sin haber preparado el modo ni los objetivos.

Escribieron en esa “Declaración” que vigilarían la incolumidad y la seguridad de la población civil, pero eso no se ha cumplido a menos que aquí también, como en Irak consideren esas muertes como efectos colaterales. ¡Como si fuese posible utilizar el armamento de muerte empleado en Libia sin faltar a esas muertes de civiles. Las revueltas árabes, aunque diferentes, huelen y mucho a prisa y precipitación. Bien lo vio Benedicto XVI el 20 de marzo del 2011 cuando viendo el cariz de la decisión de Occidente del uso de las armas dijo: “En los momentos de mayor tensión se hace más urgente la exigencia de recurrir a todos los medios de que dispone la acción diplomática y de sostener también la más débil señal de apertura y de voluntad de reconciliación entre todas las partes involucradas en la búsqueda de soluciones pacíficas y duraderas”. Por eso dirigio “un ardiente llamamiento a los organismos internacionales y a cuantos tienen responsabilidades políticas y militares para una inmediata puesta en marcha del diálogo que suspenda el uso de las armas…y se privilegie el camino del diálogo y de la reconciliación en la búsqueda de una convivencia justa y fraterna”. Pero se escuchó más a las armas que matan que al diálogo y a la convivencia que dan vida. Pero ellos, el Occidente que tanto habla de libertad y de derechos, pero de hecho desconocen los Tratados Internacionales, los Pactos y Protocolos que firman pero no cumplen ninguno de los acuerdos.¡ Cuan acertadas las preguntas del Premio Nobel de la Paz (1980) Adolfo Pérez Esquivel en carta de amigo al también Premio Nobel de la Paz Obama, presidente de los EE.UU.

¿Cómo puedes hablar de la Paz si no quieres cumplir con nada salvo los intereses de tu país?

     ¿Cómo puedes hablar de libertad cuando tienes en las cárceles a prisioneros inocentes en Guantánamo, en los EE.UU, en las cárceles de Irak, como la de Abu Graib y en Afganistán?

     ¿Cómo puedes hablar de libertad cuando masacras a los pueblos de Oriente Medio y propagas guerras y torturas, en conflictos interminables que desangran a los palestinos e israelíes?

Esas lágrimas de cocodrilo nos hacen dudar mucho de esa “cruzada” tan ficticia emprendida en Libia porque les falta la coherencia esencial entre lo que dicen y lo que hacen. Esa desunión y desorientación que constatamos en esa “cruzada” nos prueban que no jugaban limpio.

A LA RAÍZ: Estos “cruzados” de Occidente con el Emperador americano a la cabeza, arrancaron con prisas, olvidando el diagnóstico que hace Jiddu Krishnamurti y sin tenerlo en cuenta para nada, y eso es condenarse al fracaso: “No es signo de salud el estar bien acomodado a una sociedad enferma” Porque esa es la escalofriante realidad de nuestro mundo, especialmente de Occidente. Enfermedad que tenemos todos y en la que nos acomodamos sin ningún sobresalto interior. Hacemos nuestro el juicio certero y el diagnostico urgente de Tomas Merton cuando decía: “La mayor necesidad de nuestro tiempo es limpiar la enorme masa de basura mental y emocional que atascan nuestras mentes y convierte toda vida política y social en una enfermedad de masa. Sin esa limpieza doméstica no podemos comenzar a ver. Y si no vemos no podemos pensar”

Esa enfermedad que arrastramos desde siglos se acentúa de modo especial cuando se trata de los conflictos mundiales actuales que un vergonzoso privilegio que se atribuyen los poderosos de los EE.UU y al que obedecen con más o menos interés las grandes de Occidente. Y es lo que los Americanos llaman la Quinta Libertad según la cual, como asevera Noam Chomsky: “Cuando en nuestras posesiones se cuestiona la quinta libertad, la libertad de saquear y explotar, los EE.UU suelen recurrir a la subversión, al terror o a la agresión directa para restaurarla. Y todos sabemos que esa Quinta Libertad no se discute y que no es solo una elucubración mental, sino que son cientos de miles sus víctimas, a lo largo y a lo ancho del mundo. Ley que va contra el principio ético universal de no matar. Desprecio a los acuerdos internacionales que prescriben la prisión, el juicio y el castigo del acuerdo. En ese caldo de cultivo se relativizan todos los valores en función de los intereses del más poderoso. De ahí viene ese derrumbe de valores en todos los campos de lo humano que observamos por doquier. Ese mal ejemplo de los poderosos es la raiz de nuestro mundo a la deriva. Es el ejemplo que nos han ofrecido en Pakistan con el asesinato de estado de Bin Laden. Con él no se ha hecho justicia sino venganza. ¡Y eso a los ojos de todo el mundo! El mal ejemplo se ha visto por doquier pese a las mentiras y habilidad de los técnicos por ocultar el crimen, buscándose además una solemne mentira para hacer desaparecer el cadáver llevándolo a “enterrar” al mar de Arabia, para ocultarlo a médicos y forenses. Esa es la raíz de la enfermedad de la que tenemos que curarnos todos volviendo con fuerza y con hechos al valor permanente que nos curará de todo ese relativismo inhumano mediante una vuelta al hombre. Porque queriéndolo o no, lo nuestro es el hombre, todo el hombre, todos los hombres, por encima de ideologías y credos, de lenguas y razas, de estructuras y política y sobre todo de intereses sucios y de poderes inhumanos. Pero el hombre sin plural, por ser creado en serio y no en serie; libre de cuanto le impida, aun en nombre de la religión o de cualquier ideología, ser el mismo; solidario con todos y con todo, sin frontera alguna, ni interior ni exterior, formando la comunidad de la esperanza.

EL PROBLEMA PARA EL FUTURO: Queda casi todo por hacer de cara al futuro en estos países. Y una pregunta inexcusable porque el problema no es tanto que van a hacer los países como Túnez, Egipto y los que vengan después a esta ronda de pueblos nuevos, sino qué les van a permitir hacer. Porque esos pueblos quieren cambiar, tienen derecho a cambiar, pero ¿lo quieren también los que hasta ayer protegían y amparaban a sus tiranos? Sobre todo si en medio se encuentra el petróleo, los diamantes, el alcotan, etc… Más que lo que van a hacer que lo saben bien (recuperar su dignidad pues quieren ser ciudadanos con plenos derechos y con poder de decisión en su país; defender su identidad fruto de la independencia y de sus fronteras geográficas, culturales y humanas; replantearse el papel del Islam como elemento aglutinador, mediante una sana laicidad que no frene sus ansias de dignidad y de libertad) un “aggiornamento” que les permita elevar a pleno rendimiento el verdadero humanismo islámico que existe pero que  todavía frenan sus propias y anquilosadas autoridades que aceptarán los poderosos para el futuro de estos y tantos otros pueblos de este mundo enfermo y a la deriva.

Emilio Galindo Aguilar

Acerca de emiliogalindo

Emilio Galindo Aguilar, sacerdote de los Padres Blancos, nacido en Granada, doctor en Filosofía, arabista e islamólogo. Estudió en la Universidad Gregoriana y el el Instituto de Letras Árabes (Túnez). Actualmente es Director de Darek-Nyumba, Centro de Investigación Islamo-Cristiano de Madrid. Dirige las publicaciones Encuentro Islam-Cristiano, Pliegos de Encuentro, los Congresos Islamo-Cristianos a Distancia, y Otras Aguas Vivas. Es autor de varias obras destacamos entre ellas: Guía Hispano-Árabe (2001), La Experiencia del Fuego (2 ed. 2002), Los sufís, esos hombres incómodos del Islam (1983) Sacerdote de los Padres Blancos. Nacido en Cúllar-Vega (Granada) el 17 de agoto 1927 y fallecido en su casa natal el mismo día del año 2014. Cursó Humanidades y Filosofía en Granada y Córdoba (1941-1948). Realizó estudios de Teología en Cartago-Túnez (1953). Se doctoró en Filosofía en Roma (1956). Estudió Árabe e Islamología en Túnez (1958). Fue Director del IBLA (Institut de Belles Letre Arabes) en Túnez entre los años 1958 y 1969. En 1969 fundó y es Director del Centro Darek.Nyumba, http:/www.dareknyumba.com («tu casa» en árabe y swahili), una Asociación Benéfico-Cultural, sin fines lucrativos y comprometida de modo especial con los problemas del Tercer Mundo y el diálogo con el Islam. Es fundador igualmente y Director de publicaciones tales como “Encuentro Islamo-Cristiano” (1972-), “Pliegos de Encuentro” (1975-), “Otras Aguas Vivas” (1995-), y “Crislam” (1983-). Es Profesor invitado del Pontificio Instituto di Studi Arabi e d’Islamistica de Roma desde el año 1989 y ha sido Profesor invitado de la Universidad Pontificia de Comillas (1993-2004). Entre sus principales libros se cuentan los siguientes: La antropología de Avicena a la luz de su cosmogonía emanantista (1956), La Experiencia de Dios en el Islam (1985), La Experiencia del Fuego. Itinerario de los Sufíes hacia Dios por los textos (1994, reed. 2002), Enciclopedia del Islam (2004) (director y editor). Y en la colección “Otras Aguas Vivas” de textos sufíes: Salmos sufíes (1995), Sólo a Ti voy buscándote (1998), Al-Sustari, peregrino y juglar del Amor (2001) y Rabi’a al-Adawiyya, paloma de Luz y Lumbre (2002).
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